Es el caso del conocido “periodo de carencia”, una expresión muy frecuente en los seguros de vida y salud.
¿En qué consiste el “periodo de carencia”?
El periodo de carencia en un seguro es el tiempo que transcurre entre que se firma la póliza y la entrada en vigor de las coberturas contratadas.
Durante este tiempo, por lo tanto, las coberturas del seguro no están activas y en caso de que ocurriera alguna de las situaciones de las que se encargara el seguro el asegurado no percibiría ningún tipo de indemnización.
De la misma forma, si se ha contratado un seguro de salud y durante el periodo de carencia apareciera una nueva enfermedad esta NO ESTARÍA CUBIERTA incluso una vez terminado este tiempo.
¿Se puede anular el plazo de carencia?
Depende. Según la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), la aseguradora debe eliminar el periodo de carencia en los casos de urgencia y ofrecer asistencia al asegurado según la Ley 50/80 en su artículo 103.
Como asistencia en casos de urgencia la DGSFP incluye “aquellas de carácter médico y sanitario (incluido el transporte) que de no prestarse de forma inminente podrían poner en peligro la vida del paciente, su integridad o que puedan producir un menoscabo permanente en su salud.”
Otra opción es cambiar de compañía, en cuyo caso se te permitirá disfrutar de todas las prestaciones de tu seguro desde el primer momento a fin de contrarrestar la pérdida de coberturas que conlleva cambiar de seguro.
¿Por qué se incluyen periodos de carencia en los seguros de salud?
El plazo de carencia de una póliza es una herramienta del asegurador frente a posibles casos en los que el cliente sepa de antemano que algo va a ocurrir y quiera asegurarse frente a ello.
Precisamente por esto el periodo de carencia se da sobre todo en seguros de riesgos personales, como los de vida o enfermedad, para evitar que alguien que firma hoy su seguro se vaya mañana a solicitar un trasplante o a dar a luz.
Ten en cuenta que los seguros dentales suelen incluir una carencia de 30 días, y que algunas coberturas de los seguros médicos pueden alcanzar los 24 meses. Revisa las condiciones de tu póliza antes de contratar tu seguro y cerciórate de los detalles para evitar sorpresas desagradables más adelante.